Las flautas de madera son sensibles a los cambios de temperatura y humedad ambiental. Una vez afinada una flauta de madera no se podrá volver a retocar ni a reafinar de acorde con la temperatura ambiente. Si una flauta fue afinada en La 440hz con una temperatura de 20º cuando toquemos por ejemplo en verano con una temperatura superior, por ejemplo de 30º notaremos una clara diferencia en los tonos de la flauta pues se habrán vuelto más agudos.
La madera se dilata, se contrae, se enfría y se calienta, todo ello afectará a su sonido.
Sucede que cuando afinamos una flauta no sabemos muy bien a que atenernos respecto a la temperatura ideal de afinación porque eso sí, una vez que hayamos afinado una flauta no podremos ajustar la afinación como por ejemplo hacemos con una guitarra.
En la flauta nativa americana la mayoría de constructores de Estados Unidos de America se guía de un standar de 72ºF que son 22,2º Celsius. Pero todo depende del constructor, que ajustará la correcta afinación de los tonos de la flauta según su criterio y su experiencia, teniendo muy en cuenta la temperatura ambiental.
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